Quisiera recordar el minuto y hora exacta en la que mi cabeza dejó de funcionar,
desearía poder comprender el por qué de mis decisiones, algunas buenas pero otras tan perversas que hacen que esta noche me quede sin aliento y sin cansancio para poder dormir, no quisiera insinuar que me siento vacía por dentro o que siento una mísera compasión por la gente que no me respeta , tan solo siento eso llamado morriña de momentos en portales de vecinos que por sus telefonillos escuchaban nuestras conversaciones. Esas personas que sin querer se enteraban de nuestros deseos, de nuestros sentimientos reprimidos pero que salían a la luz sin contemplar ni siquiera la idea de los sucesos. Siento en estos momentos emociones que no puedo cambiar, siento tambien tus anhelos por vernos pasear juntos en ese armario lleno de cazadoras que olvidabamos en los bancos cerca de aquel bar lleno de gente que nos miraba amargados, deseando lo que tuvimos alguna vez, aquello que se acabo por la soledad infiel.
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